A continuación encontrarás la introducción del libro "música del pueblo pueblo" de Alberto Burgos Herrera y la cual narra cómo surgió la música guasca (otros la llaman música de carrilera) en el departamento de Antioquia, Colombia. Luego de la introducción el libro nos trae las biografías e historias de los artistas más representativos de este género musical que fue inspirado por las rancheras, corridos y huapangos mexicanos; tangos, valses, tonadas, zambas y pasillos argentinos; y pasillos y boleros ecuatorianos y peruanos que eran escuchados por la población campesina de las décadas de los años 1930 y 1940 (y hoy se siguen escuchando); campesinos que decidieron hacer rancheras, corridos, tangos, boleros, pasillos, etc. pero a su propio estilo, desarrollando así la música guasca, campesina o montañera. Música cuya evolución desenvocó en lo que a finales del siglo XX y en lo que va del siglo XXI hemos llamado música popular (representada por artistas como Darío Gómez, Luis Alberto Posada, El Charrito Negro, etc y de los cuales podemos ubicar sus primeras canciones en el marco de la música Guasca donde predominaba la guitarra, luego añadieron otros instrumentos como la trompeta y el violín dando origen a la hoy llamada música popular o ranchera)
INTRODUCCION
Cuando en Colombia se dio la violencia partidista de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, cuando a uno lo mataban por liberal o conservador, mucha gente abandonó el campo y llegó huyendo hasta las ciudades cabeceras de departamentos. Aquí en Antioquia particularmente llegaron a Medellín y como pudieron, estos nuevos habitantes de la ciudad se ubicaron en sus laderas.
Todos los desplazados de ese entonces que venían del norte se asentaban en Bello, los que venían del sur se ubicaron en Itagüí y Guayabal y los de Dabeiba, Mutatá, Frontino y pueblos vecinos, llegaban a Medellín por el occidente y lo primero que encontraban era el barrio Robledo y por lógica muchos se quedaron en Robledo, pues hasta temor les daba penetrar en ese misterio que para ellos era la gran ciudad.
Estos nuevos pobladores se ubicaron en sectores de Robledo como La Cuchilla, El Pesebre y Blanquizal. En ese entonces nosotros vivíamos en la calle 63 con la carrera 84 de dicho barrio, que era paso obligado para los habitantes de estos sectores. A todo el frente de nuestra casa, don Alejandrino Pulgarín montó un negocio llamado Tienda Mixta Sinfonía, que en realidad era una cantina, pero que hábilmente, con yucas y papas Alejandrino disfrazaba de tienda.
Sobre todo los sábados, este señor que procedía de Frontino, atendía a los paisanos que se habían desplazado por la violencia. Ese día se reunían allí veinte, treinta y hasta más contertulios, todos con sus ruanas, sombreros y machetes terciados; todos tomaban cerveza y aguardiente y en muchas oportunidades resultaban peleando y sacando a relucir sus utensilios cortantes de trabajo.
La música que se escuchaba en la tienda de Alejandrino, a nosotros nos tocaba oírla quisiéramos o no, pues como ya les dije ésta quedaba a todo el frente de nuestra residencia. Allí escuchábamos a Ray y Lupita, Lydia Mendoza, las Hermanas Padilla, Los Madrugadores, Los Relicarios, Los Trovadores de Cuyo, el Conjunto América y muchos cantantes y grupos más; allí fue donde supe, siendo apenas un niño, que a esto se le llamaba música guasca, que guasca quería decir montañero y que esta era la música que escuchaba el campesino total, en este caso, Alejandrino y sus contertulios.
En esos años cuarenta y cincuenta, nuestro campesino que vivía perdido en las montañas, sólo recibía comunicación con el mundo a través de un radio que existía en todas las casas de campo. En ese entonces la música que dominaba en los discos y en las emisoras, era la música mexicana con todos sus corridos, huapangos y rancheras; y por ende, nuestro campesino eso era lo que escuchaba.
Como el corrido y la ranchera son géneros musicales relativamente fáciles de interpretar, cuando nuestro campesino llegaba en las tardes a descansar, en el radio de su casa escuchaba la canción mexicana y enseguida bajaba la guitarra o el tiple y trataba de interpretarla. Así empezaron muchos de nuestros músicos campesinos y con seguridad ninguno pensó que estaba creando el estilo antioqueño de la música mexicana.
Como decía, todos nuestros campesinos en sus radios comenzaron a escuchar las rancheras, los corridos y los huapangos de Los Madrugadores, de la familia de Lydia Mendoza, a la propia Lydia como solista, Chicho y Chencha y una agrupación acompañante y famosa llamada Los Costeños; esto ocurría iniciando los años treinta del siglo pasado, pero dice el hombre de radio Gustavo Escobar Vélez, que en 1938 ya se escuchaban las Hermanas Padilla, Lorenzo Barcelata, Los Trovadores Tamaulipecos, Tito Guizar y luego Jorge Negrete, el Trío Calaveras, el Dueto Azteca, Las Palomas y todos, absolutamente todos, cantaban rancheras, corridos y huapangos.
Además, según el periodista Óscar Peláez, empezaron a llegar películas como:
Allá en el rancho grande, Amapola del camino, Mis dos amores, De México llegó el amor, Qué lindo es Michoacán, Amores de ayer, Adiós Mariquita linda, Como México no hay dos, El gallero, En los altos de Jalisco, Ahí viene Vidal Tenorio y De ranchero a empresario, protagonizadas por Tito Guizar.
Ora Ponciano, Bajo el cielo de México, Jalisco nunca pierde, La Zandunga y Tierra brava, protagonizadas por Lorenzo Barcelata.
El tesoro de Pancho Villa, Canción del alma, La tierra del mariachi y Con los dorados de Villa, protagonizadas por Lucha Reyes.
Aquí llego el valentón, Juan sin miedo, La Valentina, Ay Jalisco no te rajes, Así se quiere en Jalisco, Historia de un gran amor, El peñón de las ánimas, El rebelde, Cuando quiere un mexicano, Me he de comer esa tuna, Camino de Sacramento, Hasta que perdió Jalisco, Jalisco canta en Sevilla, Si Adelita fuera de otro, Un gallo en corral ajeno, Los tres alegres compadres, Dos tipos de cuidado, Tal para cual y El rapto, todas protagonizadas por Jorge Negrete.
La feria de las flores, El ametralladora, Viva mi desgracia, Cuando lloran los valientes, Si me han de matar mañana, Los tres García, Vuelven los García, Soy charro de Rancho Grande, La barca de oro, Nosotros los pobres, Los tres huastecos, Ustedes los ricos, Dicen que soy mujeriego, La oveja negra, No desearás la mujer de tu hijo, A toda máquina, Qué te ha dado esa mujer, Por ellas aunque mal paguen, Los hijos de María Morales, Dos tipos de cuidado, Pepe "El Toro", Escuela de vagabundos, El Milamores, La vida no vale nada, Escuela de música, Pablo y Carolina y El Inocente, protagonizadas por Pedro Infante.
Rancho Alegre, Por querer a una mujer, Nosotras las sirvientas, Cartas a Ufemia, A los cuatro vientos, Tú y las nubes, Que seas feliz, Tú y la mentira, Que toquen las golondrinas, El gallo colorado, Rogaciano el huapanguero, Guitarras de media noche, La feria de San Marcos, Cuatro copas y muchas más, protagonizadas por Miguel Aceves Mejía.
Guadalajara pues, Aquí está Juan Colorado, Sucedió en Jalisco, Yo maté a Rosita Alvírez, Charro a la fuerza, El gallo giro, El charro del Cristo, Dos gallos de pelea, Tú solo tú, Primero soy mexicano, Póker de ases, Tal para cual, Con el diablo en el cuerpo, Al diablo las mujeres, Yo fui novio de Rosita Alvírez y Hay Ángeles con espuelas, protagonizadas por Luis Aguilar.
La barranca de la muerte, El Rayo Justiciero, El Gavilán Vengador, La sierra del terror, La pantera negra, Aquí están los Agüitares, La guarida del buitre, Los muertos no hablan, Aquí está Heraclio Bernal y La venganza de Heraclio Bernal, protagonizadas por Tony Aguilar.
Camino de Guanajuato, Guitarras de media noche, México de mi corazón, Cucurrucucú paloma, Dónde estás corazón, El revólver sangriento, Duelo en El Dorado, Las canciones unidas y Camino de la horca, protagonizadas por Lola Bertrán.
Cada quien con su música, Ferias de México, El tejedor de milagros, La sonrisa de los pobres, Me cansé de rogarle, Escuela para solteras y Guitarras de media noche, protagonizadas por José Alfredo Jiménez.
En todas estas películas predominaba y se imponía la música folclórica mexicana; por esta razón el ciudadano nuestro y sobre todo el campesino nuestro, fue queriendo esa música y no se quedó contento con escucharla, sino que después la cantó y luego hizo sus propios corridos y rancheras.
En ese tiempo el cine mexicano pasó a ser el más importante para Latinoamérica y todas esas producciones aztecas venían impregnadas de música folclórica mexicana; ellos nos llenaron de huapangos, rancheras, corridos y cantantes como Tony Aguilar, Demetrio González, Cuco Sánchez, Luis Aguilar, Lola Beltrán, Miguel Aceves Mejía, Amalia Mendoza, José Alfredo Jiménez, Pedro Vargas, Lucha Reyes, Rosita Quintana, Flor Silvestre, Rosa de Castilla, Pedro Infante y muchos, pero muchos más.
En la radio estaban las rancheras, en el cine las rancheras y fue de esa manera como los mexicanos nos convirtieron en el país, fuera de México, que más oye canciones mexicanas en el mundo, el país, fuera de México, que más composiciones con estilo mexicano tiene en el mundo y en el país, fuera de México, que más intérpretes de canciones rancheras tiene en el mundo; incluso hay gente colombiana que cuando hoy en día cantan Darío Gómez, El Charrito Negro o Luis Alberto Posada, creen que están escuchando música colombiana, cuando sólo se trata de música mexicana al estilo antioqueño o colombiano.
En los años cincuenta y sesenta, el cine mexicano era tan popular que en el Teatro Mariscal del barrio Belén, los lunes presentaban un doblete de ese cine; la entrada era a treinta y cincuenta centavos y en la cartelera podían aparecer cintas como: El águila negra con Fernando Casanova, El Rayo con Tony Aguilar, Allá en el rancho grande con Tito Guizar, Juan Churrasqueado con Jorge Negrete, Guitarras de media noche con Miguel Aceves Mejía y muchas, pero muchas más películas mexicanas.
El campesino nuestro pronto comprendió que él también podía hacer sus propias rancheras y corridos; entonces se dio a la tarea de hacer canciones mexicanas. Fue precisamente cuando aparecieron duetos, tríos y solistas campesinos nuestros interpretando canciones rancheras que nadie conocía y que jamás se habían visto en el cine mexicano.
Estos campesinos, como dije anteriormente, a causa de la violencia llegaron a la ciudad y muchos traían cargas de rancheras y corridos compuestos por ellos en la profundidad de la montaña, en el cafetal o en las horas de merecido descanso. Los explotadores de la ciudad recibieron estas canciones, se las grabaron, las vendieron, por ellas recibieron mucho dinero y a los autores campesinos nunca les pagaron nada o en el mejor de los casos, les pagaron lo mínimo. Los montañeritos por el solo placer de escuchar sus voces en un disco, muy tarde se dieron cuenta de que estos explotadores los estaban robando.
Hoy en día nos sorprendemos porque hay una invasión total de las músicas extranjeras y de cómo en nuestro medio hay emisoras que las 24 horas del día pasan música norteamericana o de Puerto Rico; sin embargo esto no nos debe aterrar, pues en el barrio Guayaquil del Medellín de los años cincuenta del siglo pasado, había más de veinte cafés con el traganíquel lleno de tangos; y había bares donde sólo se escuchaban Los Trovadores de Cuyo y otros donde sólo se oían rancheras y corridos; sin contar algunos donde sólo había música con Margarita Cueto, Carlos Mejía, la Orquesta Internacional y Juan Pulido por ejemplo; y qué decir donde sólo había ritmo antillano; y absolutamente ninguna de esas músicas era colombiana.
En ese mismo tiempo algunas emisoras comenzaron a impulsar la música mexicana al estilo antioqueño; y acompañadas de los mensajes a los campesinos en las veredas emitían las canciones de Los Relicarios, los Hermanos Palacio, Los Trovadores de la Vega, los Hermanos Valencia, Los Cuyitos, Los Dominicanos y todo lo que fuera de ese estilo, hasta llegar a la situación actual donde hay una emisora que se llama Guasca Stéreo y otra como Radio Paisa que casi todo el día emiten música campesina y guasca. Según el compositor y poeta Darío Montoya, la emisora que más promocionó la música que gustaba y gusta a nuestros campesinos fue la inolvidable Voz de las Américas, fundada el 6 de enero de 1946 por el señor José Nicholls Vallejo quien fue el que le dio más empuje a la música campesina y montañera a través de su programa famoso llamado Guasquilandia, transmitido de lunes a viernes de 10 a 12 del día y que tenía como cortina el corrido que interpretaban Las Palomas titulado Ojitos verdes; este programa era patrocinado por Laboratorios Galia que producían la cotizada Crema Linda.
Otro programa que dio impulso a la música guasca en esos viejos años fue Amanecercampesino, que locutaba Lubín Álzate Arbeláez "Lubinete", quien se destacaba como banderillero en las corridas de toros de La Macarena. También en La Voz de las Américas se emitía el programa De pueblo en pueblo que era presentado por Octavio Tobón Latorre, conocido artísticamente como "Tínguaro".
Con todos estos programas La Voz de las Américas fue la líder en el impulso a la música guasca y campesina nuestra; fue la primera que sacó la bandera de esta música hasta entonces desdeñada por todos; y se puede decir, que en aquel tiempo a las demás emisoras les daba pena poner esta música, pues eso era un descrédito. La Voz de las Américas era muy sintonizada en pueblos, veredas y en barrios muy populares de Medellín, ya que estos fueron formados por personas que habían sido desplazadas del campo.
Otra de las emisoras que en aquellos años sesenta del siglo pasado difundió la música guasca fue La Voz de la Independencia, con su locutor Enrique Hincapié quien manejaba los programas: La hora de la escoba que se transmitía de 8 a 9 de la mañana de lunes a sábado y los domingos hacía a las 10 de la mañana Que lloren hasta las vacas, ese sí totalmente de música guasca y cuya cortina musical era el corrido La vaca ladrona de la autoría del gran compositor Gildardo Montoya. En la misma Voz de la Independencia también se emitía un programa llamado Senderito campesino, que fue orientado por José Manuel "El negro" Medina.
En Radio Nutibara, ya en 1970, existió un programa de música guasca donde el locutor era Antonio Román y se llamaba Mañanitas campesinas. En La Voz del Triunfo también hubo un programa de música montañera titulado Alborada musical, que era dirigido por Antonio Mejía Arcila.
El tenor Pedro Vargas fue quien dijo en alguna ocasión eso de que el país del mundo, fuera de México, donde más se escuchaban canciones mexicanas, era Colombia; y eso que a este señor no le tocó la Colombia mexicana de la actualidad, donde además de escucharlos a ellos todos los días, nos inventamos el estilo nuestro de tocar su música, tenemos nuestros propios mariachis, creamos diariamente cientos de canciones con estilo mexicano, tenemos miles de mariachis "chiviados" que interpretan el corrido que ustedes quieran, mariachis criollos que tocan lo colombiano al estilo azteca, mariachis que cambiaron la serenata nuestra de tiples y guitarras por trompetas, acordeones, violines y guitarrones, mariachis de todas las clases, que se sienten mexicanos y vibran con lo mexicano.
Pero además de la influencia mexicana, también tuvimos la ecuatoriana, la peruana, la folclórica argentina y la del tango; por eso en este trabajo se encuentran grupos como Bowen Villafuerte, Illescas Saldarriaga, Los Chimboracenses, Los Guaquiros, Los Ronderos, Los Trovadores del Sur, Los Yumbos y el Trío Manabí, entre muchos otros.
Algunos de nuestros primeros grupos influenciados por el norte y sur del continente fueron los Hermanos Valencia, los Hermanos Palacio, Los Trovadores de la Vega, Los Dominicanos, Los Jibaritos, Los Cuyitos, Los Relicarios, José y Neftalí, Dueto Las Américas, Las Estrellitas y muchos otros que llenaron de corridos, rancheras, zambas, pasillos, valses y chacareras el panorama antioqueño de la canción. Más adelante aparecieron todos los grupos y solistas que ustedes encuentran en este libro.
La música guasca y campesina ha tomado tal fuerza que actualmente tenemos muchos cantantes que tienen canciones propias al estilo mexicano, tienen mariachi propio al mismo estilo, y además presentan para el público los conciertos más caros que cantante colombiano, residente en Colombia, pueda presentar; llenan estadios y coliseos, son ídolos nacionales, son promovidos a todos los niveles, actúan en radio, teatros y televisión, recorren todo el país sólo con canciones al estilo mexicano y entre ellos están Darío Gómez, El Charrito Negro, Luis Alberto Posada y otros.
Así pues, que éstos son algunos de los solistas, duetos y tríos que de 1950 a 1980 hicieron la historia de la música campesina, guasca y montañera de nuestro departamento (Antioquia, Colombia).
EPÍLOGO
Con toda esta cantidad de grupos que han hecho la canción ranchera al estilo antioqueño, a veces no sabemos si una ranchera es mexicana o colombiana, si ese pasillo es ecuatoriano o colombiano y si esa zamba es argentina o colombiana.
Lo cierto es que todas estas músicas foráneas influyeron tanto a nuestro pueblo, que éste tomó esos aires como propios y ahora no sólo tiene composiciones propias, rancheras, zambas y tangos propios, sino también cantantes con todos los estilos del continente.
Ya es hora de que digamos que nuestra música guasca y campesina es tan importante que un concierto de Darío Gómez, El Charrito Negro o Las Hermanitas Calle es más caro que uno del Combo de las Estrellas, Los Médicos, El Tropicombo, Nueva Gente y muchos otros.
Ya la música guasca del pueblo pueblo está en todas las esferas, en todas las clases, en los clubes, en los casinos, en la mafia, en el estudiante y en el colombiano en general; parte de la música guasca y campesina se tomó de los aires de otras naciones pero se enraizó aquí y a ella se le han pegado ritmos como el bolero, el son, el vals, el pasillo y muchos otros; y hasta cantantes como Juanes se han inspirado en ella. Ahora más que nunca esta música del pueblo respira libre y poco le interesa que sea desdeñada por elementos que se creen europeos, norteamericanos o de otros planetas.
¡Que viva la música guasca y campesina!
(A partir de aquí el señor Alberto Burgos Herrera comienza a narrar la historia o biografía de los artistas, intérpretes y compositores de este género musical y que puedes encontrar en el listado de artistas al lado derecho de este blog)
ACA TE DEJO ALGUNOS VIDEOS DE MUSICA GUASCA:
pues que Bueno icontra una pagina como edentificarse gracias
ResponderEliminarExcelente reseña; muy apropiada para resaltar nuestros valores culturales y para aprender un poco más de nuestra historia y tradiciones.
ResponderEliminarDonde se pueden comprar los libros del maestro Burgos?
ResponderEliminarDonde se pueden comprar los libros del maestro Burgos?
ResponderEliminarQuisiera conocer detalles elementales del dueto de Azteca; por lo demás todo está muy bien
ResponderEliminares solo copia de la musica mexicana y cubana al igual q todos los generos de colombia.
ResponderEliminarToda la música colombiana no es copia en otros países no saben cantar vallenato o carragsnga son estilos propios de Colombia
Eliminares cierto lo q se dice pura copia de cuba y mexico y mas
ResponderEliminarya se a aclarado q lo q tocan los angeles azules no es cumbia si no tropical ritmo mexico-cubano
ResponderEliminareso es cierto la musica colombiana en general copio a mexico y cuba
ResponderEliminarLOS CANTANTES COLOMBIANOS SON MUY DADOS A IMPROVISAR Y VERSAR Y ESTO LO APROVECHAN PARA LAVARLES EL CEREBRO A LOS PROPIOS COLOMBIANOS, PRESENTES EN CUALQUIER EVENTO MUSICAL, HACIENDOLES CREER, UNA COLOMBIA QUE NO ES LO QUE ELLOS CREEN, POR ESO DIGO QUE SON MUY EXAGERADOS.
ResponderEliminarLa Mexicana Carmen Rivero fue quien acorto la palabra cumbiamba, a ella se le debe la fama de esta palabra, ya que ella interpretaba musica tropical con su orquesta, y a ella fue quien se le ocurrio llamarle asi.
Si, colombia tambien hizo cine en los años 30s, 40s y 50s entonces porque las peliculas colombianas no tiene imagenes grabadas de los 2 ritmos supuestamente colombianos? como lo es la cumbia y el vallenato? como las tiene el cine mexicano de su folclor de esa misma epoca? es muy sencillo... por que en esos años todavia no existian ni la cumbia ni el vallenato, mucho menos ritmos como el merengue, parrandera, puya, carranguera, rumba, musica campesina, joropo, que tambien fueron copiados del huapango Mexicano.
ResponderEliminarLos musicos colombianos para poder crear el vallenato y la cumbia, tuvieron que tener la suerte primero de conocer la musica mexicana, y esto fue gracias al cine Mexicano, de los años 30s, 40s, 50s y 60s ya que todas la peliculas Mexicanas fueron exibidas en cada rincon de colombia, ahi fue presisamente de donde los musicos colombianos de esa epoca copiaron la musica mexicana, como ya dije antes de los años 30s, 40s, 50s y 60s como lo fue: la musica ranchera, los corridos y el huapango, esta historia yo no la invente el autor de esta historia es de un propio colombiano llamado Alberto Burgos, quien fue el que escribio un libro, que tiene como titulo MUSICA DEL PUEBLO PUEBLO y es, el, quien explica de como llego la musica mexicana y el cine mexicano a colombia, por eso, para mi no seria nada descabellado y exagerado asegurar que el vallenato haya sido copiado del huapango mexicano ya que el vallenato en su formato musical es el mismo que el del huapango o son huasteco lo unico que los diferencia es el violin, en el caso del huapango y el acordeon en el caso del vallenato, y que la cumbia haya sido copiada de la musica tropical, dicho ritmo creado en mexico por musico mexicanos como el señor Rafael de Paz, y algunos otros musicos Mexicanos que tocaban ritmos cubanos y a estos ritmos cubanos les llamaron musica tropical y de la musica tropica
ResponderEliminarFijado por saul garcia
saul garcia
Hace 10 meses (editado)
La cumbia como genero musical no existe.
En mexico se creo la musica tropical.
Cuando musicos mexicanos como Rafael de Paz y Tony Camargo entre otros, ellos fusionaron sones cubanos como la rumba, guaguanco, manbo, son montuno etc. y a esta fusion ellos le llamaron musica tropical,pero a quien se le ocurrio llamarle a la musica tropical.... cumbia....fue a Carmen Rivero, esto nadie lo sabe, pero asi fue.
Ejemplo: se dice que la sonora dinamita interpreta cumbia pero nooo, la sonora dinamita toca musica tropical no cumbia.
La cumbia no nacio como algo nuevo, ya que la cumbia se deribo de la musica tropical, hecha por musicos Mexicanos.
no nomas colombia
ResponderEliminarcopia paraguaya de la BAMBA Mexicana.
https://www.youtube.com/watch?v=bgYdifJx8AI
ResponderEliminarsaul garcia
Hace 1 mes
ESTE DOCUMENTAL ESTA AMAÑADO TODO ESTA INFORMACION ES FALSA!!
https://www.youtube.com/watch?v=24t5ddX2RsA&t=139s
ESCUCHEN A LA SEÑORA CARMEN RIVERO QUE SOLO SE LE OYE DECIR CUMBIA,
DONDE DICE ELLA CUMBIA COLOMBIANA? POR ESO LO AFIRMO Y LO CONFIRMO QUE FUE ELLA QUIEN LLAMO SOLO CUMBIA A LA MUSICA TROPICAL, LA PALABRA COLOMBIANA SE LO AGREGARON LOS COLOMBIANOS PARA APROPIARSE DE LA MUSICA TROPICAL.
CARMEN RIVERO FUE QUIEN EN REALIDAD ACORTO LA PALABRA CUMBIAMBA.
MIRA ESTAS IMAGENES DEL CINE MEXICANO DE LAS DANZAS MEXICANAS DE LOS AÑOS 30s, 40s y 50s de donde los campesinos colombianos copiaron los diferentes ritmos Mexicanos.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=_b9KnFHf3T4
https://www.youtube.com/watch?v=DUVRVJ6Xzrk
Esta cancion LA ESPINITA es una cancion ranchera mexicana.
ResponderEliminarescrita por el MEXICANO NICOLAS JIMENES JAUREGUI.
https://www.youtube.com/watch?v=QRkyUPKrwW8
Y DE SEGURO LOS COLOMBIANOS SE LA VAN A CREER QUE ES VALLENATO SOLO PORQUE SE ESCUCHA EL ACORDEON JAJAJAJAJA
https://www.youtube.com/watch?v=I-djIezwqYE
Guasca,que cosas ahora le cambiaron el nombre pa que uno piense que es de ellos cuando nació en México y se llevó en los ferrocarriles ahora por eso mejor le llaman carrileras pa no darle el crédito a México que fue quien les enseñó que no vengas con sus cosas absurdas de su guasca y no se qu3 mentiras más,no tienen nada propio entonces además los sonidos son del mero folklor mexicano que acepten que hacen música regional mexicana
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